Mencione que… Te amo
“—Menudo cabrón.
—Se trata de Tyler Bruce —dice Rachael—. Siempre es un cabrón”
“—Tú te estás convirtiendo en mi distracción […]
—¿Por qué soy una distracción?
—Porque tú haces que las cosas sean un poco más fáciles. Porque puedo
centrarme en ti
en vez de en todo lo demás”
“¡—Deja de llamarme «nena» —le advierto—. Solo me llevas un año y tienes
menos neuronas que yo.!"
“—Eden —dice—. Por si no te has dado cuenta, estoy bastante hecho mierda.
{…]
—Yo no diría eso. Más bien perdido.
—¿Perdido?
—Sí —afirmo. Mi voz apenas es audible—. Pienso que estás perdido.”
—Yo no diría eso. Más bien perdido.
—¿Perdido?
—Sí —afirmo. Mi voz apenas es audible—. Pienso que estás perdido.”
“— Me estás haciendo convertirme en un puto desastre, pero no me importa,
porque es lo que soy. Soy un desastre. Y lo que me encanta de ti es que tengo
permiso para ser un desastre a tu lado, porque confió en ti. Eres la única
persona a la que le he importado lo suficiente para descifrarme. Quiero ser tu
desastre.”
“—Eden, déjalo.
—Que deje ¿qué?—. Doy un paso hacia él e intento mirarlo a los ojos sin apartar la vista. Me obligo a no retroceder como antes. Esta vez estoy decidida a sacarle la verdad, y por mucho que me fulmine con la mirada no pienso permitir que me descoloque.
—Deja de intentar descifrarme”
—Que deje ¿qué?—. Doy un paso hacia él e intento mirarlo a los ojos sin apartar la vista. Me obligo a no retroceder como antes. Esta vez estoy decidida a sacarle la verdad, y por mucho que me fulmine con la mirada no pienso permitir que me descoloque.
—Deja de intentar descifrarme”
“—Mataría por poder besarte cada día —admito en voz baja.
—Puedes —me dice, y casi está susurrando cuando se gira para mirarme de frente, sus ojos me estudian con delicadeza, como si fuese a romper mi cuerpo en dos si los entrecerrara—. Cada día. No me importaría.
—A mí tampoco —susurro”
—Puedes —me dice, y casi está susurrando cuando se gira para mirarme de frente, sus ojos me estudian con delicadeza, como si fuese a romper mi cuerpo en dos si los entrecerrara—. Cada día. No me importaría.
—A mí tampoco —susurro”
“Recordaré la manera en que dijo que el mar se veía guay desde
arriba en la noria, pero cuando le eché un vistazo, ni siquiera estaba mirando
hacia el mar: me estaba mirando a mí.”
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